"Había una vez un abrigo que duro muchos, muchos, muchos años..."

Aunque parezcan resistentes, los abrigos, chaquetas, chalecos y demás también sufren daños con el paso del tiempo. Para prevenirlos te daremos algunos consejos de cuidados que deben recibir estas prendas.

#1: Lávalo cómo se debe

La ropa de invierno suele estar fabricada con telas mucho más resistentes y gruesas que el algodón. Es más común encontrarnos con prendas de este tipo hechas con lana, gamuza o piel. Es por ello que su lavado no debe tomarse a la ligera. No es lo mismo lavar una playera básica que un abrigo. Después de unos cuantos usos, expuestos a humo o manchas, lo mejor es llevarlo a la tintorería. Ahí lo lavarán cómo se debe; pero ojo, también es tu responsabilidad revisar la etiqueta para que tú les indiques cómo hacerlo correctamente.

#2: Si lo vas a guardar en tu armario por casi un año, asegúrate de que sí esté limpio

Una vez que ya haya terminado la temporada en la que puedes usar tus prendas de invierno, regresamos al punto #1, para que, al momento de guardarlo en tu armario, esté limpio. Ya que hay animales, como las polillas suelen buscar prendas que están sucias. También, si guardaste un abrigo que tenía un mal olor o una mancha, te podemos asegurar que será súper difícil quitárselo después de un año completo de estar en tu clóset.

#3: Usa ganchos de madera

Los abrigos y las chaquetas son prendas pesadas; así que colgarlos en ganchos de alambre o plástico que son muy frágiles es un gran error. Los ganchos de alambre se pueden deformar y dejar marcas y los ganchos de plástico se pueden romper y hacer que la prenda termine en el suelo, ensuciándose con el paso de los días. Para evitar esto te recomendamos invertir en ganchos de madera solo para este tipo de prendas que suelen ser de más peso.

#4: Protégelo con una funda especial

Te recomendamos guardar estas prendas dentro de una funda especial. De las que normalmente se usan en trajes o vestidos de gala. Asegúrate de que tenga partes con alguna tela que le permita a la prenda “respirar». Esto te ayudará a que esté alejado del polvo, pero también que no se haga humedad dentro de la bolsa.

#5: Mientras lo usas, dale los cuidados que se merece

No lo avientes a una silla o a tu pila de ropa sucia después de usarlo; puedes limpiarlo con un roll-on para polvo y pelos de animal, sigue colgándolo en ganchos de madera, airéalo de vez en cuando.

Si sigues estos consejos te aseguramos que tu abrigo, chaqueta de piel, o chaleco de pluma de ganso durarán más de lo que esperas y viviran felices por siempre.

Volver arriba
Abrir chat
Solicita informes!